¿Quién es esta joven llamada Edel?

Traigamos su semblanza al hoy de nuestra vida y veamos en ella un modelo imitable porque es cercana a nosotros en todas las dimensiones de su vida.

Edel es una joven desbordante de vida; todo en ella habla de jovialidad, una vida de sacrificio gozoso y entrega en el perfecto cumplimiento de su deber que irradia alegría, y una especial simpatía que brota de su trato afable y maduro que la ha distinguido desde los primeros años de su juventud, “he aquí a la Edel juvenil, la de antes de la increíble hazaña africana.

He aquí a una Edel imitable para todos, encantadoramente imitable. Su amor radical y tierno a sus padres, a sus hermanos…” estos son algunos de los “detalles preciosos de su temperamento”: le gustaba el deporte, tocar el piano y bailar; incansable en el apostolado y siempre consciente de la presencia de Dios en ella y María junto a ella  “ y todo ese atractivo, al servicio de una profunda vida interior y de una generosa entrega apostólica en la legión de María.”